Mi valentia

Dadas las circunstancias de la vida 
debo admitir que te recordé.
Recordé tus palabras y reproches,
tus caricias, tus besos, tus abrazos
y por sobretodo...a ti.
No pensé que volverías a mi mente con tal fuerza
no pudiendo evitar imágenes en mi cabeza,
lo que vivimos y lo que no deje que viviésemos...
recuerdas los planes? Me recalcaste que solo yo decidí
negarte y negarme un futuro juntos...
me creía más cociente de la realidad en esos momentos
y caigo en lo que no caí  contigo.
Tenia menos años y menos experiencia
querías que conociera de la vida lo que tu ya conocias y te empeñabas en que yo conociera,
pero el miedo me invadía, y el temor a ver expuesta mi sensibilidad
y quebrada mi fortaleza me hizo empeñarme en poner un muro entre tu y yo.
Jamás me he arrepentido de alejarme de ti, como tampoco el que hayas sido parte de mi vida,
pero logro entender que tu forma nunca fue la adecuada
y que con miedo no se consiguen las cosas y mucho menos demuestras amor.
Contigo aprendí, a que el ser valiente no es decir algo, es hacerlo.
Por eso mi valentía quedo demostrada, en el momento en que te dije adiós,
y mis pasos marcharon firmes por la avenida.

El no poder diferenciar, si es tu piel o la mia la que arde más, 
me excita de tal forma que me desespera el saber que te tengo cerca. 
EL saber que quieres y yo sin negarme, 
el que sin reprimirse nos tocamos sin control,
desinhibidos y sin conciencia de lo que sucede alrededor.
Solo concentrados en nuestras manos haciendonos volar
y a minutos frenandonos, 
con el miedo que con tanto placer, 
creemos chispas al tocarnos, 
y morir ardiendo de tanta excitación.

...

El ultimo

Tus facultades auditivas y sensoriales

 dejan clara tu básica forma de entenderme,

me alientan a enseñarte de maneras extrañas

lo que la vida me ha dado a conocer.

Gestos, palabras y frases

logran sentido para mi,

el cual todavía te es difícil de reconocer.

Pero por una extraña razón,

tiendes a envolverme en un conjunto de

atributos de los cuales eres poseedor,

irritándome el hecho de no poder zafarme

de tus certeros dichos y lo cadencioso de tu espalda.

Dudas me aquejan, pero las afronto

con la sabiduría y el entendimiento preciso.

Esta historia ya se construyo,

solo nos queda seguir escribiéndola

con las sutilezas necesarias

para que las sonrisas fluyan al leer,

mientras esperamos el final innecesario,

que puede ser tan complejo y placentero

como toda una "eternidad"

o tan simple y común como

"un día a cierta hora".

Vuelves

Vuelves e intentas persuadirme.

Pensé que estabas bien con tu modo

medio loco e inmaduro,

pero al parecer no es así.

Desde el primer momento

me llamaste la atención por tu forma de pensar,

la cual en el momento pensé que no era a corde a tu edad.

Pero me equivoque,

 eres y seguirás siendo un niño.

Nada más ni nada menos que eso.

No te lo reprocho, vuela, sonríe y se feliz mientras puedas

Pero cuida el cambio que tendrás

piensa en lo que harás y como te moverás.

La vida es una sola y hay que disfrutarla

vive, siente, conoce el placer y ama.

Dijiste amarme pero ahora entiendo que no fue así,

aun crees en tus palabras y te empeñas en que yo crea también

Pero no.

Ten cuidado y no insistas en esto.

No intentes jugar a ganador en algo que no has jugado,

por que antes de ser una pieza en tu juego,

fui, soy y seré la creadora de el.

Primavera

¿Y quien dice que el amor nace en primavera?

No somos flores que necesitan

solo sol y agua para vivir.

Somos animales de costumbres y temperamento

Temperamento traducido en temperatura.

¿Cuándo nace el amor para mí?

En invierno.

La necesidad de dos cuerpos por capear el frío polar

de los inviernos más crudos de la historia

se hace presente en pleno invierno.

Debemos mantener una temperatura

adecuada a través del tiempo,

si no, tal como nuestras manos y narices

se congelan con el hielo diario invernal

nuestro corazón también se enfría.

Nace en invierno,

florece en primavera

y se quema en verano.

Para mi, así es el amor!

LUZ

Por que a pesar del ajetreo diario

al cual ya estoy acostumbrada,

hoy fue diferente.

Tus ojos inmersos de ternura angelical me llamaron la atención.

Tu mirada perdida entre tanto rostro abrumado,

cansados solo por el hecho de comenzar la semana,

atareados y enojados por el retraso común de todas las mañanas,

fue lo que me calmo para no hundirme en el mar de mis pensamientos.

De algo tan simple como una caja de remedios

hiciste un juego eterno que duro todo el trayecto.

El sol en tus ojos fue lo único que te perturbo por un segundo,

y luego, como si no existiese nadie a tu alrededor,

seguiste con tus juegos y sonrisas,

las cuales dieron luz al bus con sus semblantes serios y colores grises,

olores amargos y palabras negras.

Quise recordarme como tú,

pero no lo logre.

Deje esos juegos hace años,

y lo caótico de la vida me hizo olvidar aquellos momentos,

esos en los cuales solo importaba disfrutar,

pero aunque ahora ya no los siento, lo intento.

Quiero volver a sentir esa paz y esa calma,

esas sonrisas eternas y puras.

No con dobles intenciones.

No con falsedad entre dientes.

No con maldad.

No quiero de eso a lo cual ya me acostumbre.

Con luz de luna

Con el primer suspiro de la noche

florecen de golpe todas las emociones

vividas con luz de día,

las mismas emociones que

se ahogan entre pluma y género

y se silencian entre risa y llanto,

aquellas compañeras que se mueven

entre lo dulce y lo amargo,

llenando mis noches con lo que el día

no alcanzo a observar.